27 agosto 2024
La actividad contó con la participación de Andrew Eppig (Universidad de California, Berkeley) e Inés Sáenz (TEC de Monterrey), quienes compartieron sus experiencias en materia de inclusión y equidad.
El 12 de agosto, en el Aula Magna Manuel José Irarrázaval del Campus Casa Central, se llevó a cabo el seminario internacional El futuro de la Educación Superior Inclusiva: Uso de evidencia, transformación y comunidad, actividad organizada por la Dirección de Inclusión en el marco del décimo aniversario de esta unidad. Esta actividad tuvo como finalidad convertirse en un punto de encuentro para la reflexión sobre los caminos que debemos seguir en nuestro país para consolidar el trabajo de las últimas décadas en materia de inclusión, equidad y diversidad en la Educación Superior.
El vicerrector Académico Fernando Purcell, fue el encargado de dar el vamos a esta instancia, quien destacó que “ya son 10 años de este camino de búsqueda y construcción de una comunidad más equitativa y diversa. Afortunadamente, desde los inicios de esta Dirección a fines del 2014, podemos decir que una serie de buenas iniciativas han trascendido en el tiempo. Hemos ido ampliando nuestro campo de acción y profundizando el quehacer y los objetivos de esta área”. Al mismo tiempo, resaltó la actualización de la Política de Inclusión de la Universidad y que gran parte de lo logrado hasta ahora ha derivado de los aprendizajes institucionales en materia de inclusión. “No solo los estudiantes aprenden; todos quienes conformamos esta comunidad estamos llamados a reflexionar sobre nuestro quehacer, aprender y mejorar. Por lo mismo, en el marco de este seminario queremos compartir con ustedes una serie de logros, pero también los diez principales aprendizajes que nos han permitido avanzar y consolidar lo realizado”, enfatizó la autoridad.
“Quiero recordar que el fin último de lo que hacemos es lograr equidad para nuestros estudiantes. Derribar barreras y dificultades, donde las haya, y en condiciones de equidad, ampliar las posibilidades para que más jóvenes puedan aportar al país en plenitud, poniendo al servicio de Chile todo su potencial y capacidades. De ese modo seremos un mejor país, un país más justo y solidario”, concluye Purcell.
La directora de Inclusión Catalina García, por su parte, hizo un recorrido por las innovaciones y aprendizajes en materia de inclusión en la UC en los últimos 10 años. Explicó que un aprendizaje fundamental adquirido en estos años es la relevancia de la claridad conceptual: qué buscamos, qué significa, en qué se traduce la inclusión. Por ello, esta unidad ha trabajado fuertemente en alcanzar esa claridad conceptual. “Cuando empezamos, nos llegaban muchas solicitudes, de todo tipo, porque inclusión podían ser muchas cosas. Nos preguntaban cuánto debía medir una puerta para que fuese accesible. En eso debe apoyarnos otra unidad que complemente el trabajo inclusivo, en este caso, accesible”, señala.
“Nosotros somos la unidad que trata de aportar al proceso formativo, para que la trayectoria universitaria sea equitativa, que permita la expresión y nutrirse de la diversidad y, con eso, ser una mejor universidad. Por lo tanto, nosotros entendemos inclusión como diversidad más equidad, es decir, una universidad donde hay diferencias que queremos tener, que valoramos y que están ahí, y queremos que esas diferencias se encuentren, se nutran. Conocer a otras personas, otras culturas, otras formas de vivir, distintas trayectorias escolares, visiones diferentes, tener que discutir, todo eso es valioso, esa es la diversidad que queremos. Pero también hay diferencias que quisiéramos no tener y también están ahí, como inequidades socioeconómicas, barreras para aprender, poca accesibilidad respecto del aprendizaje. Esas diferencias que quisiéramos no tener las llamamos inequidad y es ahí donde trabajamos para hacer algo al respecto”, puntualizó Catalina García.
Finalmente, respondiendo a la pregunta de por qué aspirar a una educación superior inclusiva, afirmó que “colaborar y pertenecer impacta positivamente en el desarrollo individual y colectivo, porque tenemos la responsabilidad social de distinguir inequidades e intentar disminuirlas, valorando la diferencia y enriquecernos de ello; porque mejora a la institución de educación superior, desafía la docencia, enriquece el aprendizaje, fomenta la innovación y transforma a la institución; y porque ofrece una mejor formación y espacio laboral para todos y todas”.
Posteriormente fue el turno de las exposiciones de los invitados extranjeros. Andrew Eppig, director de iniciativas de datos para la equidad en el Departamento de Inclusión y Equidad de la Universidad de California, Berkeley (Estados Unidos), ofreció la charla magistral “Debemos incluir datos, pero ¿cómo?: Marco para integrar la evaluación cuantitativa dentro del trabajo en inclusión en educación superior”.
En su intervención, Eppig explicó el trabajo que desarrolla su casa de estudios para avanzar en inclusión y la evolución que han visto en esta materia gracias a la implementación de métricas. “Es esencial revisar los datos cuantitativos para apoyar el trabajo en temas de inclusión. Es importante tener métricas para ir rastreando el avance y, luego, es necesario ir desagregando los datos porque, de lo contrario, no serán capaces de rastrear las desigualdades y se perderán fácilmente”, afirmó.
Inés Sáenz, en tanto, es vicepresidenta de Inclusión, Impacto Social y Sostenibilidad en el Tecnológico de Monterrey (México), y ofreció la charla magistral “La inclusión en las universidades, ¿a quién corresponde? En su exposición concluyó que el mayor reto que existe hoy es transformar la cultura a través de cuatro ejes que propone el ACNUR: la plena expresión de identidad; apropiación de la diferencia como una condición positiva; la valoración de la justicia y el derecho de todas las personas de vivir una vida libre de discriminación; junto con el compromiso individual y colectivo para generar cambios de la cultura de las instituciones educativas. Finalizó su exposición con la frase de Paulo Freire, La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo, “y es a ellas a las que nos debemos”, sentenció.
El encuentro finalizó con un panel de conversación titulado Cómo seguir avanzando en inclusión en educación superior universitaria, en el que participaron el vicerrector Académico UC Fernando Purcell; Paulina Rincón, vicerrectora de la Universidad de Concepción; y fue moderada por Catalina García, directora de Inclusión UC.
10 años de aprendizajes
En el desarrollo de este seminario, la Dirección de Inclusión lanzó un documento que reúne los aprendizajes adquiridos en estos diez años de trabajo y que se expresan en 10 ámbitos de recorren los fundamentos, objetivos, historia y particularidades en materia de equidad e inclusión:
- Orientaciones para instalar y gestionar programas de inclusión en educación superior.
- Importancia de tener diagnósticos y nivelaciones para apoyar el aprendizaje.
- Aporte de la inserción y de las tutorías de acompañamiento socioafectivo.
- Especificidades del acompañamiento a estudiantes con discapacidad.
- Vías de admisión de equidad como una oportunidad de acceso.
- Valor de acompañar y aprender de las comunidades escolares.
- Cómo promover la reinserción social a través de la educación: Programa ELEDUC.
- Protagonismo del monitoreo y evaluación para profundizar la inclusión.
- Importancia de las alertas académicas institucionales para el acompañamiento.
- Importancia de responder a necesidades: uso del nombre social.
Revisa el documento Dirección de Inclusión: 10 años de aprendizajes aquí
Revive la transmisión de este encuentro en el canal de Youtube de la UC